Quien nos iba a decir que el mundo se quedaría petrificado, que la vida tal y como la conocíamos se iría al carajo, que España perdería esa esencia que nos hace tan característicos, el murmullo de nuestros bares, las risas y llantos de sus terrazas, que tanto nos gustan en esta época del año, acompañadas con café, caña, vermut o cualquier otra cosa, disfrutando a solas o acompañados.

Suena a pasado y lo es, porque, por obra y gracia del Covid-19, sumada a la tardanza, ineficacia y falta de previsión de nuestro actual gobierno ha registrado la recesión económica probablemente más supersónica de la historia, crudo impacto en la inmensa mayoría de los sectores económicos y frenazo drástico para la hostelería y ese mercado gastronómico que tanto “bien” hace a nuestro país.

Por desgracia hemos tenido que sufrir los “parches” de nuestro gobierno, y digo nuestro, porque lamentablemente es el de todos, ya que afecta a todos y todas sus nefastas decisiones. ¿Dónde ha quedado el sentido común?, ¿dónde ha quedado proteger lo más importante?; seguridad, sanidad y educación son pilares fundamentales para que un país, una sociedad crezca de manera estable, sobre pilares fuertes y pueda avanzar. Sanitarios sin EPIS, sin test masivos, sin ni siquiera consenso entre el propio gobierno.

Por infortunio mucho antes de que se ejecutara el estado de alarma inevitable y tardío por parte del gobierno, miles de establecimientos hosteleros de todo tipo sufrieron cancelaciones abrumadoras, bajas de personal y ni una sola comunicación precisa y concisa por parte del estado de gobierno.

España es un país de turismo, la fuerte dependencia de la economía española sobre este sector, sumado a la falta de este a partir de ahora, será una losa muy pesada para los establecimientos hosteleros de nuestro país. Es más, sepan ustedes que la gran mayoría de establecimientos de este sector son Pymes, pero no hay tantos sectores que, para ser Pymes, generen tanta economía y empleo como la hostelería y el turismo.

La gran mayoría de empresarios de este sector todavía están pagando préstamos bancarios contratados para poder abrir sus negocios, otros para poder reformarlos tras unos años de uso, muchos de ellos, no tienen otra fuente de ingresos, pero no solo eso, además son la única fuente económica de su ámbito familiar. Estas personas y empresas siguen pagando sus préstamos, alquileres, recibos de luz y gas, entre otros gastos fijos.

Aunque muchos hosteleros han podido conseguir moratorias de alquileres por partes de sus respectivos arrendadores o han podido renegociar los periodos de pago con sus proveedores, no dejaran de pagar su cuota de autónomo este mes sin tener ningún tipo de ingresos. Miles de empresas y personas arrinconadas al fracaso por la nefasta gestión de nuestra comunidad autónoma y nuestro estado.

Pero ahora pensemos en un círculo, las empresas de hosteleria generan otro tipo de beneficios para empresas secundarias, desde la frutería de barrio, transporte, actuaciones de música en directo, empresas de publicidad, distribuidoras, etc. Es tan amplio el circulo que mueve el turismo y la hosteleria en la sociedad que creo que sería incalculable obtener una cifra justa para saber las pérdidas que todos sufriremos de una forma u otra.

INCERTIDUMBRE, este será el paso siguiente, no sabemos ni cuando, ni cómo podremos volver a nuestros queridos bares, no sabremos si tendremos la fuerza económica (miles de españoles están en estados de ERTE, que todavía no han podido cobrar) la fuerza mental (el miedo a socializarse).

ESPERANZA, por supuesto que sí, será cuestión de reinventarse y optar por cuidar mucho más ciertos factores, a continuación, numerare los que creo que serán muy demandados por parte de los futuros o nuevos clientes:

1. Higiene absoluta de técnicas y seguridad alimenticia.

2. Respeto y cuidado por el medio ambiente.

3. Productos kilómetro cero y de temporada.

4. Nuevas formas de servicio (delivery).

5. Nuestro público objetivo cambiara. Detéctalo a tiempo y cambia con ellos para cumplir sus expectativas.

6. Espacios amplios y servicios pausados. Cuida la higiene y limpieza de estos.

7. Aprovecha este tiempo para crecer en imagen corporativa, reversiona tu oferta gastronómica, fórmate a ti y a tu plantilla.

8. Controla tus gastos fijos (intenta que sean los menos posibles, elimina todo aquello que no sume en esencia).

9. Realiza escandallos de todo, controla y gestiona tus mermas.

10. Calidad en la cocina, verdad en la sala y calidez en los espacios.

Queridos bares, los españoles siempre necesitaremos una barra donde reír o llorar, una barra donde olvidar o enamorar.

No lo olvidéis, estoy seguro de que nos veremos pronto. #FuerzaBar

Eduardo Martínez Rodríguez, un humilde hostelero y secretario de autónomos de Nuevas Generaciones Albacete.