Un 8  de Marzo de 1857, un grupo de obreras textiles salió por primera vez a las calles de Nueva York a protestar por unas mejores y mínimas condiciones de trabajo.

Distintos movimientos se sucedieron a partir de esa fecha. Ya a principios de siglo reclamábamos igualdad salarial, disminución de la jornada laboral, tiempo para la lactancia de nuestros hijos, participación social y política de la mujer…

Hasta hoy. Hoy en día, desafortunadamente, sigue siendo tan necesario visibilizar este 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, instaurado por la ONU en 1975. Las mujeres constituimos el 50% de la población pero aún es necesario recordarlo. Sigue siendo imprescindible la lucha por la Igualdad entre mujeres y hombres, por una sociedad más justa donde no tenga cabida ninguna diferencia de género.

A pesar de mi temprana edad, he sido consciente en muchas ocasiones de injusticias, tratos y comentarios degradantes hacia nosotras, las mujeres.

Pero también he visto evolucionar a nuestra sociedad. He visto como mujeres a las que admiro han conseguido lo que hoy en día disfrutamos, que no es otra cosa que los derechos que ya nos pertenecían. Y lo han hecho con su trabajo, valentía, con sus capacidades, su tesón y constancia día tras día, sin ayuda de nada más.

Gracias a su lucha, las jóvenes, como yo, estamos aquí. Más conscientes que nunca de la importancia de esta causa, de las terribles consecuencias de esta lacra social, y con más ganas que nunca de continuar este camino, el de la lucha y la concienciación.

Gracias al camino recorrido, las mujeres como yo, hemos podido estudiar una carrera, decidir a qué nos queremos dedicar e incluso siendo tan jóvenes, participar en la política, sin que nadie haya dudado de nuestras capacidades para ello.

Me siento muy afortunada por haber sido escuchada y valorada en todos los ámbitos de mi vida, sin importar si soy mujer, de haberme sentido arropada y protegida cuando lo he necesitado y de todos aquell@s que no sólo no me han cortado las alas si no que me han dado unas más grandes para volar.

Gracias a la lucha de tantas mujeres a lo largo de su vida, hoy soy quien soy: una mujer libre, e independiente. Una realidad que debería de ser para todas las mujeres.

Hay que seguir luchando sin cansancio, pero también hay que celebrar. Quiero brindar por lo que hemos conseguido, las de antes y las de ahora, las mujeres y los hombres.

No debe importar nada más, solo caminar juntos con un mismo fin. Olvidémonos de lo que no es importante, solo junt@s podremos acabar con esta lacra en nuestra sociedad.

¡Por una sociedad más justa, por un futuro mejor, hagamos de todos nuestros días un 8 de Marzo!

Marta Rico, presidenta local de Nuevas Generaciones Almansa y Concejala de Igualdad en el Ayuntamiento de Almansa.