El escrache surge en Argentina durante la dictadura militar que gobernó el país, pero la denominación correcta en la acepción castellana que debería utilizarse sería la de acoso, amenazas o coacciones.
Este tipo de actos consistía en una protesta pacífica e incluso festiva frente a los domicilios de los ex altos cargos, pero pasaron a convertirse en acoso e intimidación en los tiempos del célebre “corralito”.
En España no existió ese inicio pacífico o incluso festivo, se comenzó con el “intento” de asalto a la vivienda del Vice-Secretario General del PP, Esteban González Pons. Manifestantes de la PAH se pasaron más de 40 minutos aporreando la vivienda del Diputado, donde sólo se encontraban sus hijos en esos momentos.
En las últimas fechas diferentes cargos del PP han sido acosados, amenazados e insultados, estos se han quejado de ser los únicos destinatarios de estos acosos por parte de los miembros de la PAH, con su líder al frente, la señora Ada Colau.
Miles de ciudadanos se preguntan dónde estaban los miembros de la PAH cuando durante los años 2009, 2010 y 2011 con el Señor Zapatero al frente del Gobierno de España, ya se producían en España tantos desahucios como ahora y la entonces ministra de vivienda Carmen Chacón, puso en funcionamiento 6 nuevos juzgados especiales para agilizar los procesos de desahucios.
Es imperdonable que la señora Ada Colau en su intervención en el Congreso de los Diputados llamase criminales a los banqueros y prometiese públicamente que “ningún diputado o diputada que no votase a favor de sus medidas, podría ir tranquilo por la calle”.
Termino con dos peticiones, una dirigida al Partido Socialista para que de una forma clara, rotunda, y sin medias tintas condene sin paliativos los mal llamados escraches; y otra dirigida a la Señora Elena Cortés, Consejera de Vivienda de la Junta de Andalucía, para que sepa que la hipocresía en política es algo totalmente deplorable, con ello me estoy refiriendo a los142 desahucios firmados por esta Consejera, desde que el Señor Griñán tomase posesión de su cargo.